Esto es lo que puede pasar si comes demasiados frutos secos y semillas

Esto es lo que puede pasar si comes demasiados frutos secos y semillas

Hoy en día los medios de comunicación a menudo mencionan la importancia nutricional de los frutos secos y las semillas.

Mucha gente cree que comerlas es de ayuda para cualquier cosa, como perder peso o incluso protegerse del cáncer.

Es cierto que los frutos secos y las semillas tienen altas densidades de vitaminas y sales minerales esenciales.

Y aunque tengan un alto contenido de grasa, se trata de grasa insaturada que es saludable puesto que puede ayudar a reducir el colesterol y a prevenir las enfermedades del corazón.

Sin embargo, hay que tener cuidado con la cantidad cuando se trata de semillas y frutos secos, porque es bastante fácil alcanzarla o superarla.

A corto plazo, las consecuencias del exceso son desagradables y a largo plazo muy severas.

Ahora nos adentramos en el asunto. ¡Todo lo que sigue contradice cualquiera de las razones por las que quieres comer nueces y semillas!

Ganancia de peso

Muchas investigaciones sugieren que comer nueces y semillas te ayudará a perder peso. Y lo hace, pero sólo en cantidades muy limitadas y en combinación con una dieta completa y un régimen de ejercicio.

En particular, las nueces son ricas en grasa, y aunque gran parte de esa grasa es insaturada, siguen teniendo un elevado contenido de calorías.

Si comes tantas nueces, probablemente ganarás algo más peso de lo que deberías perder.

Si planeas añadir frutos secos o semillas a tu dieta, tienes que compensar reduciendo la cantidad de calorías que consumes.

Este no es uno de esas meriendas equilibradas que comías estando convencida que no ibas a estropear tu dieta.

Presión arterial alta

En este caso depende. Si las semillas y los frutos secos están crudos y sin sal, es probable que puedan ayudar a bajar la presión arterial. Sin embargo, la mayoría viene saladas para mejorar su sabor.

Muchos de nosotros ya comemos demasiada sal, que normalmente trabaja en colaboración con el potasio para regular el equilibrio de fluidos de nuestro cuerpo. Cuando este equilibrio se rompe, la sal aumenta la presión sanguínea.

Lo mejor sería comer semillas y frutos secos completamente sin sal. Sin embargo, si eres cuidadoso con el consumo de sodio, puedes hacer trampa seleccionando nueces o semillas sin sal y añadiendo sólo un toque de sal en casa.

Ciertamente va a ser menos que el que esté presente en los artículos empaquetados. Otra alternativa inteligente sería saborear las semillas o frutos secos con hierbas como el pimentón picante en polvo para añadir un sabor sin sodio.

Problemas gastrointestinales

Los frutos secos y las semillas contienen varios elementos que tienen un efecto negativo sobre la digestión.

El contenido de grasa puede, por ejemplo, conducir a un ataque de diarrea. Incluso el alto contenido en fibra puede llevar a este problema, o bien causará mucha hinchazón y gases.

De hecho os frutos secos y las judías tienen un mecanismo de protección que los hace particularmente difíciles de digerir.

Ciertos compuestos, especialmente el ácido fítico y el tanino, permiten que las semillas y los frutos secos pasen relativamente sin ser digeridos a través del sistema gastrointestinal.

Esto ofrece a las semillas una oportunidad de brotar finalmente para sobrevivir. Esto también podría hacer que el comensal se ponga relativamente nervioso. ¡Ya dirás tu!

Mala absorción de nutrientes

El ácido fítico limitará potencialmente la capacidad de tu cuerpo para consumir otros nutrientes, mientras que estresa tu sistema digestivo.

Puesto que los humanos no pueden absorberlo, deja al ácido fítico libre de unirse a minerales como el hierro, el magnesio y el zinc y evitar que los usemos.

Los estudios dicen que nuestro cuerpo consumirá hasta un 20% más de zinc y un 60% más de magnesio de los alimentos si el ácido fítico no está presente.

Afortunadamente, el ácido fítico no lixivia estos minerales, pero en el curso de la digestión los «roba» de las comidas.

Las mismas enzimas utilizadas para digerir los alimentos pueden verse comprometidas. Ejemplos de ello son la pepsina, utilizada para descomponer las proteínas en el estómago, y la amilasa, que transforma el almidón en combustible.

El ácido fítico puede inhibir el uso de la enzima tripsina, necesaria para digerir las proteínas en el intestino delgado.

Además desequilibra los niveles de Omega-6 y Omega-3.

Para ser honesto, la mayoría de la gente tiene las proporciones de omega-3 a omega-6 desequilibradas. Este último se encuentra en aceites para cocinar, alimentos procesados y además nueces y semillas.

La primera también incluye frutos secos y semillas, así como varios tipos de pescado. Todos los omega-3 y omega-6 se conocen como ácidos grasos esenciales, lo que significa que no se forman de forma natural en nuestro cuerpo y deben obtenerse de nuestra dieta.

Sin embargo, necesitamos mucho menos omega-6 que omega-3 y, por desgracia, la dieta media americana contiene entre 10 y 25 veces la cantidad de omega-6 necesaria.

Esto puede bloquear nuestra absorción de omega-3, así como aumentar la presión arterial, promover coágulos sanguíneos fatales y hacer que el cuerpo retenga agua.

También se sabe que los omega-3 son antiinflamatorios, lo que puede reducir la inflamación, mientras que los omega-6 son pro-inflamatorios, proporcionando un ambiente optimo para que la enfermedad prospere.

Conclusión: El control de las porciones es la clave

Lo interesante de las semillas y los frutos secos es que son seguros si asumes una dosis correcta. En cambio si te excedes, todo lo contrario.

Hay algunos alimentos que podemos recomendar que se eviten sin ni siquiera pensarlo, como las comidas congeladas o las hamburguesas de comida rápida.

Sin embargo, cuando se trata de semillas y frutos secos, hay beneficios que se obtienen al consumir la cantidad adecuada.

¿Qué es demasiado, entonces? Los expertos en dietética recomiendan no más de 1/3 de taza por porción. En lugar de comer de la bolsa o caja, es más fácil dividir las porciones en recipientes más pequeños con antelación.

¡Cuando termines eso, ya está! Es probable que te vas a quedar con hambre. Entonces habrá que buscar una fruta o verdura que contenga mucha agua y fibra.

Esos dos elementos realmente te hacen sentir lleno.